A partir de 2026, la accesibilidad web dejará de ser una recomendación para convertirse en una obligación legal en muchos países europeos. Esta medida busca garantizar que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan navegar por páginas web y aplicaciones sin barreras. Pero ¿qué implica esto realmente para quienes crean, diseñan o gestionan sitios web?
¿Qué es la accesibilidad web?
La accesibilidad web consiste en diseñar y desarrollar sitios y servicios digitales que puedan ser utilizados por personas con todo tipo de capacidades, incluidas aquellas con discapacidades visuales, auditivas, motoras o cognitivas. No se trata solo de incluir texto alternativo en imágenes, sino de pensar en cada detalle: desde el contraste de los colores hasta la navegación con teclado o lectores de pantalla.
En otras palabras, se trata de ofrecer una experiencia digital que no excluya a nadie.
¿Por qué será obligatoria en 2026?
La Unión Europea ha impulsado la directiva de accesibilidad conocida como European Accessibility Act, que establece que, a partir de junio de 2025, determinados productos y servicios deberán ser accesibles. Aunque la implementación total se dará en 2026, el objetivo es claro: hacer del entorno digital un espacio más justo, inclusivo y funcional para toda la población.
Esto afectará tanto a organismos públicos como a empresas privadas que ofrezcan servicios esenciales, plataformas de ecommerce, bancos, apps de transporte, medios de comunicación y más.
¿A quién afecta esta medida?
Además de administraciones públicas, esta normativa afectará a muchos negocios digitales. Si gestionas una tienda online, una plataforma educativa, una aplicación de movilidad o incluso una revista digital, es muy probable que debas adaptar tu producto a los estándares de accesibilidad web.
Esto incluye tanto el diseño visual como la estructura del contenido, la navegación y el código. Y no solo para grandes empresas: muchos pequeños negocios también entrarán dentro del alcance si su servicio es considerado esencial o si reciben financiación pública.
Cómo empezar a adaptar tu web a la accesibilidad
La buena noticia es que no hay que reinventar la rueda. Existen pautas claras, como las WCAG (Web Content Accessibility Guidelines), que sirven de guía para evaluar y mejorar el nivel de accesibilidad. Algunos pasos clave incluyen:
- Usar textos alternativos en imágenes y gráficos.
- Garantizar suficiente contraste entre texto y fondo.
- Permitir navegación por teclado y sin necesidad de usar el ratón.
- Evitar contenido que parpadea o se mueve sin control del usuario.
- Organizar bien los encabezados y mantener una estructura clara.
Invertir en accesibilidad no es solo una cuestión de cumplir la ley: también mejora la experiencia de todos los usuarios y hace tu sitio más profesional, usable y sostenible.
Sabías que… 💡
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.000 millones de personas en el mundo viven con algún tipo de discapacidad. Sin embargo, la gran mayoría de sitios web no están preparados para ofrecer una experiencia accesible.
Estudios recientes indican que las páginas web accesibles tienen mejores tasas de retención y posicionamiento SEO, ya que muchos criterios de accesibilidad coinciden con buenas prácticas de usabilidad y estructura del contenido.
Accesibilidad como estándar, no como excepción
La accesibilidad web ya no es una opción, ni un añadido que se implementa al final del proyecto. Es una parte central del diseño y del desarrollo digital responsable. A partir de 2026 será obligatorio por ley, pero desde ahora es una oportunidad para crear entornos más justos y eficaces para todos.
En Digital Visual Creativa seguimos explorando cómo se cruzan la tecnología, el diseño y las personas. Si te interesa este tipo de temas, puedes seguir leyendo más artículos relacionados.